En una época en la que hemos logrado algunos avances en las versiones más descarnadas del sexismo y el racismo, hay una forma de discriminación que todavía mantiene niveles de crueldad inconcebibles. En este episodio hablamos sobre el especismo, es decie, la actitud y práctica moral de considerar inferior a cualquier otra especie no humana. Respecto de los animales todavía subsisten prácticas de una brutalidad descomunal, y muchas de ellas están naturalizadas.
Paradójicamente, la especie más inteligente y civilizada que habita este planeta es también la más abusiva, cuando de otras especies se trata. Si hablamos de criaturas salvajes, ningún animal muestra un nivel de salvajismo comparable al de los humanos.
¿Qué pasaría si tomáramos el don de ser los más inteligentes como una responsabilidad hacia los demás seres vivos y el planeta, en vez de como una oportunidad de usar todo en nuestro provecho?
Hola Santiago, te sigo en tus publicaciones, en esta nota hay varias cosas que no comparto y está buen que sea así, pero el punto es este: cuando sembran girasol, y la cosecha está cerca, he visto como los loros o «Catas» en Entre ríos, pican una flor y luego van a otra y así, son una plaga, como las palomas en Baires. Si en ese tiempo previo a la cosecha llueve , muchas de esas flores se pudren y ya no sirven.
Ahora que hacemos?, sembré para comer, trabaje mucho, y ahora: quien es el depredador?
Como dije antes, el loro va picando y arruinando, no se come una flor entera, es como si el hombre matara una vaca y le sacara el costillar y el resto lo dejara tirado.
Por el momento lo solucionan yendo a lo arboles donde están los nidos y los matan a escopetazos.
El tema da para un poco mas, solo quería contar ésto que pasa, y yomismo ví,es muy bueno pensar en las cosas que ocurren. Gracias por compartir. Te mando un abrazo.
Hola Santi, mucho para decir sobre este tema. Por un lado, inesperadamente la vida me llevó a trabajar en un zoológico durante un año. Siendo Profesora de Artes Plásticas este laburo era una paralela en mi vida, digamos. Jamás pensé que me podía tocar algo así.
Allí aprendí mucho. Todo el equipo que hay detrás de cada animal. Nutricionistas, veterinarios y cuidadores. Justifico por eso su existencia? No, pero si tengo una mirada más completa al haber estado dentro incluso en uno de los momentos más controversiales.
Fue tan fuerte la experiencia que lo volqué todo en mi libro «Safari».
De hecho esta palabra del dialecto suajili simplemente significa «viaje», la connotación negativa de cazar animales en un tour vino después.
Esto me lleva al siguiente punto. En 2012 gané junto a otros ilustradores de todo el mundo, un concurso contra maltrato animal organizado por Costa Rica que respaldaba una ley que afortunadamente se promulgó.
Mi obra muestra a dos gallos enfrentados llorando en un ring de Box.
Que aún hoy, 2024, ese tipo de cosas se considere entretenimiento, me revuelve el estómago.
Siempre que puedo, participo con dibujos concientizando sobre las horribles prácticas que el hombre realiza impunemente contra los animales.
Para la organización CREMA colaboré con la campaña «Los tiburones también son animales» ya que se ha empezado a considerar el sabor de sus aletas como un manjar y los cazan solo por eso. Si, solo por eso.
Ojalá algún día el ser humano deje de ver a los animales como seres inferiores.
Tenemos mucho para aprender de ellos.